domingo, 27 de noviembre de 2011

EL TÍPICO TONTO DE CLASE


Primero quiero disculparme, porque no he escrito en mucho tiempo, pero no he tenido tiempo para escribir. Bueno al punto



Todos hemos tenido al típico compañero pesado de la clase, el que se mete con todos, aquí voy a tratar de explicar cómo lidiar o como yo lidié con ellos, voy a contar lo que pasó cuando el pesado de mi compañero se empezó a meter conmigo.

Voy a aclarar que esos tontos se creen superiores haciendo sentir inferiores a las demás personas,  a algunos les duelen  peor sus insultos que a otros,  pero si sirve de consuelo ellos  viven en un mundo en el que creen que metiéndose con las demás personas se hacen ver como si fueran los amos, pero en realidad su personalidad y su mala reputación los hundirá solos,  lo sé porque ya lo he visto  

Cuando el pesado, se empezó a meter conmigo, yo le discutía pero esos pesados consideran las discusiones como un arte y son expertos en discutir, es muy difícil ganarles y cuando les ganas (que ya lo había echo) te empiezan a decir cosas  irracionales y no se acaba hasta que ellos den la última palabra. Por eso es mejor no tratar discutir con ellos, pero todos sabemos que eso no nos satisface, la mayoría de las personas a las que les contamos nuestros problemas con el típico tonto nos dicen que los ignoremos, pero no  nos satisface no hacerle caso, porque ellos se siguen metiendo contigo y uno no se defiende y si uno les discute las discusiones tardan más o menos 15 min. Y es una total pérdida de tiempo (pero hay que admitir que ignorarlos no es una mala idea)

Un día en el que el tonto de la clase se  empezó a meter conmigo otra vez, no sabía bien que hacer, quería devolverle los insultos pero sabía que sería una pérdida de tiempo discutir con él, ya que me llevaría más o menos 15 min.  Pero no me satisfacía quedarme callado mientras él me insultaba, ya que eso para él le sabría cómo una victoria y para mí como una derrota, entonces después de que me empezó a insultar, (yo ya acobardado) solo lo miré a los ojos con seriedad y le dije sin gritar “das pena” me di la vuelta y seguí caminando, él me habrá dicho algo mientras yo me iba, pero no lo escuche, porque sé que lo que le dije le dio un mal sabor de boca, lo sé porque desde ese día el tonto  no se metió más conmigo. La verdad que insultar estuvo mal, pero con eso me dejó de molestar sé que no es bueno los medios que utilicé para el fin, pero no me arrepiento ya que después de eso se volvió un poco menos pesado


Por si acaso alguna vez tratan de decirle lo que yo dije a algún pesado y se dan la vuelta, lo mejor será que ignoren todo lo que él diga mientras caminan ya que aunque no lo quise escuchar sé que el lanzara sus insultos más hirientes

Suerte con todo gracias por leer