miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA FUERZA DE VOLUNTAD SUPERA CUALQUIER BUENA O MALA SUERTE

Hola, ahora quiero hablar de algo oque me hizo darme cuenta de lo mentirosos que ha beses somos con nosotros mismos, porque hay que aceptar que ha beses lo somos, pero aquí dejo algunas pistas para darnos cuenta de cuando lo somos, esas  veces que ponemos excusas para todo porque ni nosotros mismos queremos aceptar lo que nos, pasa pues aquí les dejo un ejemplo de esas excusas que algunas personas ponen (antes que nada yo antes pasaba religión y de esta clase surgió este tema)

Nuestro profesor que también es un padre dijo- ¿Alguno de ustedes ha hablado con Dios?

-(vagamente recuerdo la pregunta que dijo el padre, pero recuerdo lo que dijo mi compañera)

Mi compañera-yo he querido hablar con Dios, pero Dios no me escucha.

 (Ella era una de las peores alumnas “baya casualidad”).   

 Tampoco recuerdo bien lo que el padre le contestó, pero recuerdo que no me gustó para nada, porque no le  dijo lo correcto, le dijo algo como que ella no hablaba de verdad con Dios, pero no la sacó totalmente de su error (sus razones  él puede tener), también de un amigo que quería superar a otro en un deporte, sin haber practicado nunca dicho deporte, pero rezó a Dios, otro que quería tener buenas notas y también rezó (ninguno obtuvo lo que quiso)

Varias de esas cosas había visto en otras personas pero ahora cuando todo eso se juntó, me puse a meditarlo llegando a muchas conclusiones que se juntaron en una.

Que pasa con las personas que siempre a lo último cuando no tienen más salidas le rezan a Dios, pues esas personas solo lo hacen cuando están apretadas en problemas y ni siquiera rezan con fe, una persona que de verdad se merece la ayuda de Dios es la persona que  para empezar de verdad lo necesite, no por un capricho ni por falta de responsabilidad ni por no haber entrenado practicado antes,  no solo eso sino que para aliviar el golpe que te da la conciencia por falta de la propia responsabilidad(de lo que muy pronto voy a hablar) echan la culpa a dios y cínicamente también se dicen: Dios sabrá porque no quiso que yo haya podido hacer “tal cosa” y para los ateos: Que mala suerte

Todo este lio, todo ese problema se pudo haber solucionado solo con fuerza de voluntad y decir tengo que practicar, estudiar, cantar, dibujar, etc.  Sea la mala suerte que uno tenga o la buena suerte que tenga el otro la fuerza de voluntad puede contra cualquiera, no hay porque estar preocupado, si uno tiene la voluntad de llegar donde quiere

(ojo ya se que antes he hablado de la fuerza de voluntad, pero mi reflexión es que uno no deba rezarle a Dios por cualquier cosa o culpar a Dios de las propias equivocaciones o a la mala suerte, este también es el primer punto a una publicación que pondré sobre los golpes de la conciencia se titulará  “El tsunami” (trata de lo que sentí cuando no me mentí y deje que mi sentimiento fluya)

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